¿Se deben quitar los dientes flojos?
Una situación común, prácticamente entre todos los niños, es que los dientes de leche comiencen a caérsele pero no se descuelguen del todo. Se produce así el efecto conocido como “dientes flojos”, que consiste en dientes balanceantes que están a punto de caer.
La pregunta más clásica en este sentido es si se deben quitar los dientes flojos de forma voluntaria o es mejor esperar a que se caigan por sí solos. La respuesta no es sencilla, aunque las pautas a seguir son casi siempre idénticas.
Causas de la aparición de dientes flojos
Al contrario que otras partes del cuerpo, los dientes de leche ceden su espacio a los dientes definitivos, en un proceso de desprendimiento progresivo. Los dientes de leche comienzan a presentarse como flojos a partir de los 5 años, aunque hay numerosos casos tanto de adelanto como de retraso, sin que por ello se evidencie un problema físico.
El proceso por el cual un diente de leche termina cayendo no es inmediato, puede llegar a tardar varios meses, por ese motivo, sobre todo en los últimos compases de su existencia, se mueve con mucha soltura y es lo que se identifica como “dientes flojos”.
Este el proceso natural de la aparición de dientes flojos, pero no es la única. Hay supuestos en los que los dientes flojos sí son causados por un problema de desarrollo dental, que en una revisión de odontopediatría podría identificarse. En ocasiones, incluso hay problemas dentales que impiden que el diente de leche llegue a caerse sin ayuda profesional.
Problemas que impiden que un diente de leche se caiga
Estas posibles situaciones son 3 concretamente:
- Agenesia: Problema esencialmente genético que implica la inexistencia del diente definitivo. El diente de leche no sufre el proceso de reabsorción de la raíz y, por tanto, no se cae. Sí puede presentar cierto movimiento, sobre todo si el resto de dientes se ha desarrollado. De hecho es algo que puede presentarse entre adultos.
- Anquilosis: Situación en la que el diente de leche está unido al hueso. Con el desarrollo del resto de dientes puede presentar cierta forma de hundimiento. No implica que se mueva, pero sí que es necesario con el tiempo extraerlo y proceder a su sustitución.
- Falta de espacio para el diente definitivo: La causa más común después del desprendimiento natural. Muchas veces solo hay que esperar a que caigan otros dientes de leche, pero a veces puede requerir la intervención del profesional para evitar apiñamiento o problemas en la mordida.
Soluciones ante los dientes flojos
Estos problemas ya nos determinan la no recomendación de extraer dientes que están flojos. No podemos saber con certeza cuál es la verdadera causa de que un diente de leche se mueva, por mucho que sea probable a que siga un crecimiento natural.
Por otro lado, la extracción de un diente de leche suele realizarse con las manos, provocando una situación de riesgo ante la exposición de bacterias, que podrían infectar la zona.
Para muchos niños también supone un trauma. Que un diente de leche se caiga, en ningún momento debería implicar dolor alguno, el momento ideal es cuando se desprende con una ligera presión, que puede realizar el pequeño con su propia lengua, sin sentir prácticamente nada.
De hecho, quitar un diente flojo en un estado óptimo no debería motivar ni siquiera la aparición de sangre abundante, esto sería señal de que el diente todavía está demasiado arraigado y es aconsejable seguir esperando más tiempo.
La mejor solución ante unos dientes flojos, que tardan demasiado en desprenderse, es acudir a un dentista profesional, que con herramientas adecuadas y su experiencia y conocimiento, puede determinar si es un momento adecuado para extraerlo y hacerlo de forma rápida, indolora y no traumática para el pequeño paciente.
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