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Las prótesis dentales son una solución estética y funcional, que ayuda a muchos pacientes a recuperar una dentadura cómoda, útil y con una sonrisa perfecta.
En la actualidad, el avance en prótesis dentales permite contar con dentaduras completas o piezas de la misma, fáciles de quitar, perfectamente adaptadas a cada paciente y con resultados visuales sorprendentes.
No obstante, una prótesis dental requiere de un cuidado óptimo, si queremos que perdure en el tiempo todo lo posible.
El proceso de creación de una prótesis dental requiere de análisis, pruebas, moldes y en ocasiones de tratamientos complementarios. Es decir que no es algo que se haga de un día para otro, sino que se trata de una delicada pieza de odontología, que además puede estropearse o romperse.
Si deseas que tu prótesis dental dure más, cuídala con la fragilidad que merece, evitando golpes o caídas.
De hecho, no solo tienes que cuidarla cuando la limpias, sino también mientras no la utilizas, para que no se deforme y su utilidad se mantenga al 100%. Si quieres aportar un descanso a tus encías y a la hora de dormir te quitas la prótesis dental, guárdala en agua, para garantizar que mantiene esa forma.
En la medida de lo posible, tanto la limpieza como su retirada o colocación, realízalo sobre una superficie acolchada, por ejemplo una toalla, para evitar golpes. No utilices materiales abrasivos para su limpieza y procura que no se queden pegados a ella restos de ningún tipo, como papel o jabón, según los materiales que utilices para su mantenimiento.
Algunas prótesis dentales son más fáciles de quitar que otras. Si posees una con facilidad para su retirada y posterior colocación, te aconsejamos limpiarla después de cada comida con un cepillo de dientes suave.
Si no es tan fácil de retirar, puedes al menos realizar una limpieza provisional con un enjuague de la boca y, en casa cuando puedas quitarla de forma correcta, proceder con una limpieza más completa.
La prótesis dental es un elemento que puede evolucionar con el tiempo, de ahí que se recomiende revisiones continuas, que pueden identificar la necesidad de realizar ciertos ajustes, sobre todo relacionados con su forma.
Si notas dolor o molestia al llevarla puesta, consulta a un odontólogo profesional, para identificar cualquier problema que haya surgido.
Por otro lado, si lo que quieres es mantener su estado óptimo todo el tiempo posible, el mejor consejo es usarla con frecuencia. Algunos pacientes se comprometen al uso de la prótesis dental durante toda su vida, pero al cabo de unos meses o semanas, se olvidan de este compromiso y dejan pasar días sin aprovecharla.
Las consecuencias de ello implican sobre todo que los problemas originales en nuestra boca se mantengan o resurjan de nuevo. Pero además, en lo relativo a la prótesis dental, podemos motivar que se modifique su forma, lo que al final nos obligará a ir al dentista para volver a ajustarla o crear una nueva si no hay otra solución.
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