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Los implantes dentales representan la solución efectiva cuando hay que buscar la reposición de dientes ausentes.
La implantología dental es una de las más importantes ramas odontológicas y debe realizarse por cirujanos expertos, que sepan adecuar cada tratamiento a las necesidades del paciente.
Como técnica odontológica, no hay una sola forma de aprovecharla, sino que tenemos distintos tipos de implantes dentales, cada uno apropiado para las necesidades particulares de cada paciente.
En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber sobre implantes dentales y desmitificamos algunos aspectos de esta intervención.
Los implantes dentales, como lamentablemente muchas otras técnicas de odontología, son relacionados con sufrir dolor, ya sea durante el tratamiento o después.
Es un mito completamente infundado que los implantes dentales duelen o que el procedimiento suponga en ningún momento de dolor o incluso incomodidad para el paciente.
Ninguna de las fases que forman parte de este procedimiento supone ningún dolor para el paciente y en el momento de la intervención, se aplica anestesia en la zona, para garantizar el pleno confort del paciente.
Si nos basamos en la teoría sobre la que se asienta la intervención de un implante dental, podemos afirmar que va a durar toda la vida. Disfrutarás de la eficiencia de un implante en tu boca para siempre.
Como en todo, hay excepciones. Pero si efectivamente contamos con los mejores implantes dentales colocados por profesionales del sector, la tasa de éxito con una durabilidad superior a 10 años es del 90% y se mantiene casi invariable por encima de los 20 años.
En muy contadas ocasiones, puede haber problemas con el implante dental y, precisamente por estas excepciones (además de otras razones obvias), te recomendamos que acudas a revisiones periódicas en nuestra clínica dental. Además de vigilar tu salud bucodental, revisaremos tus implantes dentales en Granada y confirmaremos que su durabilidad se mantiene intacta.
Sí que es preciso señalar una distinción. Si bien el implante dental disfruta de esta garantía de duración, por encima de él se pone una corona dental. La corona, dependiendo del material utilizado, sufrirá un desgaste continuo, que como en cualquier otra situación donde se colocara, podría requerir su sustitución en el futuro.
Pero hay que entender que aquí no se sustituye el implante en sí, sino la parte de la corona que se coloca sobre el mismo, para mantener estéticamente atractiva y completamente funcional la pieza dental.
Un implante dental tienes tres partes. El primero de ellos es el dispositivo del implante. Se trata de un dispositivo similar a un tornillo, que en la práctica lo que hace es sustituir a la raíz que estaba con el diente original.
Este dispositivo se coloca en el hueso maxilar y sirve para anclar sobre él la siguiente parte, el pilar.
En un implante dental el pilar es aquella pieza que sirve de conexión entre la corona y el dispositivo de implante.
Por último, tenemos la corona. Es la pieza visible, la que representa al diente y que, por tanto, tiene la mayor responsabilidad de cara al paciente.
Debe presentar una imagen estética no solo atractiva, sino también acorde al resto de la sonrisa en forma, alineación y color.
Además, debe aprovechar su sujeción con el dispositivo que sirve de raíz, para que el paciente pueda masticar sin problemas con el implante, cepillarlo normalmente y que no le suponga ningún inconveniente para hablar, reír o gesticular.
La corona, a diferencia del dispositivo del implante y el pilar, se coloca de forma posterior. Inicialmente se utiliza una corona provisional durante unos 2-3 meses, para así comprobar que el implante se fija correctamente, que el paciente no muestra rechazo a los implantes dentales colocados, entonces, ya se procede a la colocación final de la corona.
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